El
marxismo, ¿de nuevo?
Una
caricatura de Carlín, apareció el jueves 21 de enero del 2016 en el periódico
La República.
Se
ve a Guzmán enseñando dos hojas a una persona. En una de ellas dice: No
consulta previa. No unión civil. Inteligencia financiera pasa a PCM. En la otra
hoja dice: Si consulta previa. Si unión civil. Inteligencia financiera no pasa
a PCM.
El
candidato agrega, diciendo a esa misma persona: “Estos son mis principios. Si
no le gustan, tengo otros.”
Quien
observa, sonriente responde mientras fuma: “Ya veo, usted es marxista”
Caricatura
que muestra las argumentaciones y posiciones del candidato, aquí, sobre éstos
temas. Luego de recibir críticas de otros candidatos y al darse cuenta de sus
errores políticos, va cambiando de posición por conveniencia coyuntural y
obtener algo más favorable a sus intereses. Se convierte así en lo que en
política se comprende como oportunista. ¿Maneja intereses? ¿Se le cree al
candidato? ¿Miente? ¿Cree que hay un conglomerado estúpido?
Sobre
la palabra marxista, puede ser comprendida como si él es dubitativo o con dos
posiciones, quizá otras. Aunque el marxismo puede ser otra cosa diferente.
Total, cualquiera le viene bien de acuerdo a la coyuntura política del momento.
No hay una conciencia social definida. No hay principios. Quizá realmente hay
carencia de principios sociales y éticos. Nada más.
Finalmente,
el marxismo así sea con una palabra y en una caricatura, aparece de nuevo como
en las anteriores elecciones electorales. ¿Algún propósito? ¿Quiénes lo usarán?
Veremos.
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