Pasaron un par de días desde el esperado diálogo entre Pedro
Kuczynski y Keiko Fujimori del pasado 11 de julio, para después quedar en el olvido.
Al parecer se equivocó Fujimori,
no era el momento coyuntural ni político para propiciar un diálogo que a todas
luces venía del fujimorismo. Evidente, sintiéndose con mayor poder de decisión
en la cámara legislativa, creyeron que la actitud y comportamiento de Fujimori
para ir marcando la agenda política era suficiente, para pedir luego un
encuentro considerando algunos puntos referenciales de diálogo, entre los que
estaba el problema de la economía, la seguridad ciudadana, entre otros.
Ya sabíamos que Keiko Fujimori y
su grupo de congresistas pesaban en la determinación del accionar congresal. A
pesar de ciertas críticas de parte de algunos adversarios políticos como es
natural, sin embargo todavía así, habían ganado posiciones al no darle la
confianza al ministro de economía Thorne, quien abandonó el gabinete
ministerial. En ese proceso coyuntural estaba siendo interpelado el ministro del
interior Basombrío. Obviamente, quienes estaban ligados al partido Fuerza
Popular de Fujimori sentían que tenían que dar el primer paso. Así, por
iniciativa de ellos y principalmente por Keiko Fujimori se manejaba un
encuentro.
Frente a todo ello, algunos
analistas consideran a Keiko Fujimori como la persona que lidera la
preocupación por el problemática peruana y su crecimiento. Van más allá al
señalar que eso permitiría la convivencia entre los poderes más importantes: el
poder ejecutivo y el poder legislativo. Hay algo de razón en todo ello, aunque
es importante considerar qué mensaje deja traslucir en los futuros votantes que
definirán una próxima elección, aunque aún tenemos que esperar algunos años.
¿Se manifiesta realmente como preocupada por la problemática del país? ¿Es solo
individualismo y quiere aparecer diariamente en la noticia? ¿Es expresión de un
partido con principios e ideas programáticas serias o es solamente coyuntural
que siempre aparece, ganando mayor apoyo y simpatía?
Otros consideran que su papel es
solo obstruccionista. El poder puesto de manifiesto en el parlamento la hace
al parecer equivocarse en otras determinaciones. Aquí, la liberación del padre
de Keiko Fujimori es importante. En su momento no supieron
aprovechar la oportunidad para que el congreso defina y termine con eso.
Dejaron pasar las circunstancias, queriendo que el presidente indulte de una vez a
Fujimori, el padre.
Finalmente, se tocaron algunos puntos
en la reunión que de alguna manera ya sabíamos, como el cambio de varios
ministros, la mejora y prontitud en la reconstrucción de la zona norte del
país, el impulso a diversos proyectos, el problema de la seguridad nacional,
entre otros. Luego de eso, pasó al olvido por la nueva coyuntura con el ex
presidente Ollanta y su esposa. ¿Solo fue un diálogo de sordos que al final
cada uno vuelve a sus propias determinaciones? ¿Se ha ganado algo? ¿Todo fue circunstancial, nada más? Interrogantes que nos darán mayor claridad en los siguientes
días. Veremos.
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